Por qué se necesitan los hábitos

habitsLa creación de hábitos suele ser poco atractiva para los padres. Sin embargo, tener  hábitos es imprescindible para un buen desarrollo infantil. A pesar de lo tedioso que pueda ser implementarlos, cuando se logra que los niños los adquieran se aumenta la efectividad, se ahorra mucho tiempo y se eliminan bastantes conflictos. Por ejemplo, si su hijo o hija ha adquirido el hábito de estudiar a una determinada hora, cuando llegue el momento de empezar a hacer las tareas las podrá iniciar de inmediato, sin perder   tiempo  negociando, lo  que  habitualmente deteriora  la relación  padres-hijos. Este deterioro se produce porque el niño o la niña se  sienten presionados a estudiar. Es normal  que  prefieran  jugar  a  estudiar,  y  a  su  vez  los  padres  se  sienten  descalificados  como  autoridad  con  la resistencia de los hijos.

Si,   por  el contrario,  se ha  establecido  un  contrato  entre  usted  y  sus hijos  acerca  del  tiempo  y  el lugar dedicados al estudio, y se ha hecho un hábito en la familia el respetar los acuerdos, el proceso de comenzar a hacer las tareas será más fácil. La inercia psicológica, es decir, la dificultad para comenzar a realizar una actividad, es la fase que ofrece más dificultad en el cumplimiento de los compromisos. Por supuesto, es poco usual que los niños vayan  adquiriendo  hábitos  nuevos  sin  reclamar   y posiblemente   al principio   a lo mejor   no   cumplan al pie de la letra lo acordado; pero el tener los acuerdos favorece el proceso de focalización en las tareas escolares.

Los hábitos tienen por función economizar tiempo, y cuando ya se han consolidado hacen que el cerebro en forma casi automática reciba la orden de estar alerta a lo que corresponde hacer. Por ejemplo, cuando un niño se habitúa a  despertarse  a  una  hora,  su  cerebro  se  programará  para  despertarse  a  esa  hora;  en  cambio,  si  las  horas  de levantarse  son  variables,  por  supuesto  que  despertarlo  será  difícil.  ¿Cómo  hacerlo?  Después  de  una  breve explicación acerca de por qué es importante un determinado hábito, pida al niño que haga una propuesta sobre cómo implementar el hábito en cuestión.

Por ejemplo, si se trata de hábitos de estudio, pedirle que haga una proposición de dónde y cuándo estudiar.

Es recomendable acoger la mayor parte de sus proposiciones, salvo que sean completamente irracionales. Llegar a acuerdos como los siguientes:

  • Estudiar todos los días, tenga o no tenga tareas.
  • Cuando no hay tarea, adelantar en la lectura personal.
  • Revisar las materias pasadas ese día
  • Revisar las asignaturas que tendrá al día siguiente y anticipar qué podría pasar. ¿Tendré prueba?

Estos dos últimos pasos  son factores decisivos en la consolidación del aprendizaje en la memoria. Cuide el proceso de formación de los hábitos de sus hijos; que ellos perciban claramente que sus necesidades están siendo consideradas y sus opiniones escuchadas, de tal manera que tengan una actitud positiva frente a su cumplimiento.

Esté  especialmente  atento  el  primer  tiempo  a  que  lo  acordado  se  cumpla,  de  manera  que no sólo  adquirirán  el hábito sino que aprenderán que los compromisos se cumplen.  Estimule    cuando cumplan. Tener hábitos no es fácil de conseguir.

Fuente: Libro Cuánto y cómo los Quiero.

Ps. Neva Milicic

Deja un comentario


Notice: Undefined variable: user_ID in /home/lttlgm26vo3t/public_html/colegioaconcagua.cl/wp-content/themes/aconcagua/comments.php on line 51